viernes, 8 de mayo de 2009

MARCEL SCHWOB
Vidas imaginarias
Madrid, Eneida, 2008

Las oportunidades de disfrutar leyendo en este profuso mundo editorial en el que estamos inmersos son cada vez más escasas. Como lo es encontrar esos raros textos de auténtica calidad literaria. Las Vidas imaginarias de Marcel Schwob, publicadas por editorial Eneida en su colección Confabulaciones, pertenecen a esta categoría. Es una de esas obras “con duende”, que encierran en sus páginas, como si de un pergamino encantado se tratase, la esencia misma de la literatura.
Marcel Schwob (Hauts-de-Seine, 1867-París, 1905) fue un escritor erudito, amigo íntimo de Stevenson y de Oscar Wilde, quienes le consideraban una verdadera biblioteca ambulante. Autor de joyas de inspirada literatura hoy escasamente recordadas, en las que crea procedimientos creativos que tendrán influencia en autores posteriores, publicó también unas series de textos breves, a medio camino entre el cuento y la prosa poética. Su Libro de Monelle, escrito en 1894, prefigura Los alimentos terrestres, de André Gide, y La cruzada de los niños (1895) se adelanta a la novela Mientras agonizo, de Faulkner. Jorge Luis Borges consideraba Vidas imaginarias como el germen de su aplaudido libro Historia Universal de la Infamia, y punto de partida de su escritura.
Las Vidas imaginarias son una historia fabulada de la literatura. Por sus páginas van desfilando, en un extraordinario ejercicio de imaginación, erudición, concisión y belleza, una serie de personajes que el escritor eligió de entre millones de seres e historias posibles, cuyas existencias privadas y rasgos singulares la historia nos ha ocultado.
Los personajes son reales; los hechos, fantásticos. Fabular fue, para él, una manera de ser.

Lur Sotuela Elorriaga

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